lunes, octubre 10, 2005

Y dicen que aquí no podemos hacerlo....



¿Qué pasa con Olavarría hoy? se puede pensar en algo en la ciudad después de Cromañón? ¿Murió? En caso de ser cierto: ¿Qué pasa en las ciudades cuando mueren? Con pocas ganas de asistir al velorio de alguien nos sumergimos en el fin de semana largo de Octubre para ver en qué estado están las cosas...
Por Pablo Zamorano

Alguien dijo alguna vez que el rock intenta romper con las hipocresías, que no se calla nada, que busca la libertad a partir de un cambio que surge en su modo de actuar. Y es así, pueden prohibirte todo, o eso es lo que creen, pero hay puntos en donde las prohibiciones no cuentan. Cuando se justifican ordenes que mutilan acciones de las personas, aunque sea un poco de movimiento se deja, y no es que a partir de eso la lucha termino. No. A partir de ahí, y sabiendo las limitaciones impuestas, los actores sociales juegan con las reglas sobre el limite generando libertad. La libertad es agarrar lo que uno tiene, poco o mucho, y utilizarlo en función de una idea que intenta plasmar, un deseo, hasta alcanzarlo. En fin, Olavarría, después de lo de Cromañón quedó inutilizada gracias al famoso "efecto" que alerto a los gobernantes que las condiciones básicas para brindar espectáculos no se estaban cumpliendo, y a caballo de esto surgió algo peor, agarradisimos de las condiciones de seguridad necesarias, subieron el listón de lo mínimo y casi ningún lugar pudo conseguir la habilitación municipal. Perdón, no tan solo eso, sino que por ejemplo, en el teatro hay un horario máximo para el desarrollo de un espectáculo. Y el único lugar rockero que se puso al día en cuanto a los requisitos, La Gaviota, sufre el limite de horario para el desarrollo de un espectáculo, pero este no es de duración, sino que hay una suerte de horario de protección al ciudadano. Es decir, todos los habitantes de la ciudad de Olavarría, o bien las personas que por circunstancias del destino se encuentren en la ciudad, no podrán disfrutar de un espectáculo, sea rock, teatro, o supongo que también exposiciones de arte, después de cierto horario, este es el irrisorio una y treinta de la mañana. Una hora y media después de pasadas las doce. Bien. Esto quiere decir que la ciudad murió?, qué ya no se puede hacer nada? No. Y voy a relatar porque...
El jueves 6 del corriente mes, en la Facultad de ciencias sociales, un grupo de estudiantes autodenomidados como "El exordio", organizó una charla en torno al tema de Cromañón, invitando a que se dialogue a los interesados, y en base a un documental que ellos mismos hicieron con respecto al tema. Conformaron una mesa que estaba integrada por Leonardo Varela, profesor de la facultad; Víctor Pintos, periodista de rock; Mercedes y Pablo Blanco padres de Lautaro y Mailín Blanco, víctimas de Cromañón -Lautaro de 13 años murió esa noche y Mailín de 17 sobrevivió-, junto dos integrantes de una agrupación de músicos independientes de La Plata que se agruparon post-Cromañón. En el debate, por demás interesante, una de las asistentes afirmó que Olavarría estaba muerta y que aquí no se podía hacer nada, pero observemos que lo dijo en esas jornadas reflexivas y, creo, sin conocimiento de causa. Es cierto, la imposición municipal es muy fuerte, el movimiento rockero es casi nulo, y las propuestas artísticas no se alejan del teatro y las exposiciones en el museo. Pero no es cierto que este muerta, y esa jornada en la que los alumnos no tan solo organizaron, sino que proyectaron su corto daban cuenta que: de ser cierto esa afirmación tajante no se podría haber formulado. Lo que sí propiciaron con esta movida fue un lugar para debatir, no acerca de la muerte de una ciudad, sino algo que si nos aqueja: la agonía.
El viernes 7 comenzó el encuentro anual de teatro que trae obras de distintos lugares durante tres días, y en donde también se exponen obras locales. Hay que recordar que el martes 4 en el mismo lugar se realizó guitarras del mundo, encuentro de carácter internacional en la que la ciudad es sede hace años y en donde además de músicos locales se presentan foráneos.
El sábado 8 continuó la muestra de teatro, Rodrigo de la Serna se presento en un local céntrico para mostrar unas milongas y en la Gaviota tocaron Bombarderos (locales) y Don Burro (Bs As). A este último evento le voy a dedicar párrafo aparte ya que lo voy a utilizar como exposición con respecto a la supuesta muerte de la ciudad.
Debido a la restricción con el horario antes mencionado, a las once de la noche la gente fue citada para presenciar un encuentro de rock. Don Burro, recién bajados de la traffic que los trajo, conectó los equipos frente a los presentes y con una mínima prueba de sonido, que consistió en ajustar los volúmenes de alguna de las tres guitarras, se dispuso a hacer lo suyo: hard rock. Entre temas propios, que se incluyen en el disco que ofrecían, como "le gusta" y "pide lo que quieras", entre otros, le sumaron covers de Creedence, Ac Dc, Steppenwolf y Riff con una dinámica de un motor continuo que no dejó de provocar a los presentes a rockear, como prueba de esto se podía ver como se marcaba el tiempo con los pies, la cabeza o cualquier parte del cuerpo. Le agradecieron a Bombarderos, y dejaron su lugar para que los locales hagan lo suyo: Rock pesado. (No voy a extenderme demasiado con esto, pero quiero aclarar que el rock pesado y el hard rock no son lo mismo, mas allá de que un traductor pueda afirmar lo contrario. Esta es una clara prueba de lo falaz que es el lenguaje en sí, junto con la idea de conmensurabilidad de idiomas) Temas propios, como "dama negra", "buitres", "juicio final" y "Destrucción" de V8 para finalizar "a tiempo" su parte del recital a la una y media. El trío es de los más demoníaco que se puede observar, la batería del Negro Romero y el bajo del Mono Iglesias construyen bases sólidas para que Juan Bugni con su guitarra se desquite de las prohibiciones habidas y por haber. Nada más catártico en tiempo de crisis que una banda de rock pesado que se anima a construir ese clima filoso al que solo acceden los que tienen la llave. Guiados por la agresividad de las letras y del sonido el tiempo se eternizó hasta agotarse. Y sí, había ganas de que se siga tocando, pero no, no se pudo. Al finalizar, con el número que se entregaba en la entrada, sortearon un demo del grupo como agradecimiento al apoyo. Bombarderos bien podría haber tocado solo, sin banda acompañante, pero la excusa de traer algo de afuera peso más. Y es el movimiento rockero el que genera eso, ya que de ahí nadie salió ganando nada, bueno, nada más que la satisfacción de ver rock en vivo a pesar de la circunstancia. La banda organizó todo a pulmón y se llevó sólo satisfacción, ¿están locos? ¿No podría haber tocado ellos solos y cobrar la entrada más cara para que todo sea más rentable (el precio fue 2$)?: sí. Pero no. Pero no porque el rock es un movimiento, y éste es generado por la gente a la que le gusta. Entonces la idea es tocar, ver tocar, escuchar, disfrutar, pasarla bien, y dejar un mínimo de fuego para que no todo sea ceniza. Hay que destacar, a la vez que recordar, que La Gaviota estos últimos cuatro fines de semana abrió sus puertas al rock con bandas locales en vivo: El Estribo, Santa Demencia, Blood, Bombarderos, entre otros. El lugar está, se utiliza, y hay que luchar para que no desaparezca.
Hoy domingo 9, recién llego de la presentación oficial ante el publico de 2d3 en Wanna, los ex -babilonia se juegan por una apuesta más estilizada y la presentación de un video-clip. Hoy también el museo estuvo abierto y mañana finaliza el encuentro de teatro. Los horarios están restringidos, pero la acción de las personas aún no. Esta bien que esta ciudad no tiene el movimiento de Manhattan, pero no la demos por muerta, porque sino va a morir en serio. En eso me considero optimista, no creo que suceda ya que mientras "se permita" un mínimo de acción, de seguro este va a ser utilizado al máximo, como bombarderos, el teatro, el encuentro de cine que se viene (aunque sin cine) y muchas cosas más. Las palabras atan, claro ejemplo de la traducción que traduce pero no significa, Charly García dijo que es mejor es no estar atado a nada, es cierto, Miguel Abuelo muchos años antes nos había predicho que todo lo que ata es asesino.

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